En casa.

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jueves, 8 de abril de 2010

No fue un vacio completo (Capitulo II)


Entré a trabajar como siempre, a la misma hora, a las 06:00 de la mañana y salí a las 14:45hs.

Es uno de esos días en el cual las mañanas son frescas y las tardes bien calurosas. Lleno de abrigo en mis manos voy caminando esas 4 cuadras que después de trabajar se te hacen como 15 para esperar el colectivo de siempre, que por suerte, me deja en la esquina de mi casa.

Estoy de nuevo en la puerta del bar.

Frente a la terminal de ómnibus maleteros peleandola en cargar bolsos a los taxi para ganar su sueldo. El lustrabotas a escasos metros de mi, que mas que lustrar, manguea continuamente. Chicos cuidando autos para zafar el día, entre otras cosas cotidianas: Miradas fijas entre desconocidos, parejas, perros callejeros, perros costosos, basura en las calles, y arboles pintados a mano, inmmoviles.

Me concidero un tipo bastante observador y tambien con un poco de memoria fotografica. Aveces suelo mirar a las personas y analizar de donde los conozco, o si es solo un dejavu.

En la parada estoy solo, me compre una revista sobre interes generel, y se me escapo o mejor dicho, no llegue al coche habitué.
Voy caminando para la puerta del bar en el que había estado hace una semana atrás. Mi trabajo es rotativo, semanal, y quiero ver que tal luce en otros horarios.

Parece estar vació y desde mi posición, estiro un poco la mirada, pero no puedo localizar nisiquiera a los empleados.

Un hombre habré rápido la puerta y de su mano deja soltar algo, corre hasta un taxi intercalando miradas a su alrededor y logra subir rápidamente. Un poco asombrado por lo sucedido, vuelvo a mirar hacia adentro. Estaba él, el mismo muchacho que me había atendido hace unas cuantas noches atrás. Lo noto un poco nervioso por su caminar, intenta llamar a alguien y no se podía comunicar.
Me retiro unos metros tratando de encontrar lo que había soltado antes de subir al auto. Es un cuchillo estilo Tramontina. Me doy vuelta enseguida y le pregunto.

"¿Estas bien!?.

Él me saluda recordándome por mi anterior visita y me dice.

"¿Viste que no te mentí?.. acá las cosas parecen no tener limites ni códigos.. y lo que mas bronca da ¿sabes que es?.. que el que me robó era un cliente que solía estar con su pareja hasta altas horas de la noche"

Evidentemente retiro lo dicho. Mi memoria fotográfica no es de las mejores.

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